Ringu, o mejor dicho, la historia que me ha atormentado toda la vida.
Recuerdo el terror, por allá del 2006, cada que la televisión se prendía y se ponía esa imagen borrosa al no haber señal. Una parte de mí sabía que no saldría nada de ahí, pero otra, tenía conciencia de esa leyenda respecto a la mujer tenebrosa que salía del televisor. Y una vez que la veías no había vuelta atrás, solo tenías una semana antes de morir.
Por muchos años evité ver la versión original, pues se es bien sabido que los japoneses son los amos del terror y yo no estaba dispuesta a perder mis noches de sueño para descubrir si esta película era lo que decía la gente: miedo puro.
Hace un par de días, para festejar el mes de Halloween, Mubi subió a su plataforma una colección de películas llamada “no volverás a dormir: programa doble de J-Horror”. En ellas se incluía la película que por tantos años me atormentó: “Ringu”.
Decidí que era el día en el que perdería el miedo y me adentré en el mundo del terror japonés. Me sorprendió el giro de eventos dentro de la película porque sorprendentemente, más que ser una película de miedo, con la icónica mujer tenebrosa, es un filme que habla sobre violencia de género, salud mental y el morbo como principal fuente de diversión.
No creí que fuera a ser una película que fuera a envejecer bien y sobre todo me hiciera reflexionar respecto a cómo ocupamos el morbo como entretenimiento. Volviéndose un ensayo sobre una mujer que sufría de violencia, llevándola al borde del colapso y las demás personas viendo su video, siendo un reflejo del cómo disfrutamos secretamente del dolor ajeno y al no haber consecuencias, nos es fácil compartirlo con todos, normalizando la violencia en nuestras pantallas. Y quién diría que la mujer tenebrosa que atormentaba mis sueños no era más que una mujer en agonía.
Sorprendentemente el terror llegó a mí de una forma distinta a la que la cinta provocaba cuando tenía 7 años. El miedo de que una mujer tenebrosa apareciera en mi pantalla, con la intención de matarme a la semana de haberla visto se transformó en el temor de estar expuesta a toda esa violencia sistemática y cibernética a la que hoy enfrentamos.
Con una fotografía bellísima, un ritmo lento pero cardíaco y una historia intrigante, Ringu es el clásico que no podemos dejar pasar en esta temporada llena de espantos. ¿Estás dispuesto a perder el sueño por tratar de descubrir lo que le sucedió a Sadako?
Escrito por: Lau
