El año pasado, el cine mexicano vivió un caso peculiar. A pesar de tener una de las campañas de marketing más horribles que el cine nacional haya visto, Señora Influencer se convirtió, por mérito propio y de manera sorprendente, en una de las favoritas de la crítica y el público, llegando incluso a ser considerada para la temporada de premios nacionales. Me atrevo a decir que María, Me Muero sufre de la misma enfermedad (badum tss). Con otra campaña de marketing desafortunada, esta cinta se sostiene por sus propios méritos.
María, Me Muero narra la historia de Rodrigo y María, una joven pareja con un pequeño problema: él es extremadamente hipocondríaco. Cuando la condición de Rodrigo comienza a descontrolarse y afecta su relación con María, ella y su suegro idean un ingenioso y divertidísimo plan para curarlo de una vez por todas.
Como es común en el cine mexicano, el carisma de María, Me Muero recae en su brillante elenco, especialmente en Natalia Téllez, quien aporta encanto y vitalidad a cada escena, logrando que sus momentos en pantalla sean un deleite. Destaca también el trabajo de José Sefami como el padre de Rodrigo, quien construye un personaje sencillo pero encantador. Sin embargo, dado que esta dupla soporta el peso de la película, el desempeño de Ricardo Fastlicht palidece considerablemente en comparación con el de sus compañeros de reparto. Su interpretación resulta inexpresiva e inverosímil, y fácilmente se podría imaginar esta película con cualquier otro actor.
Una comedia sorprendentemente buena.
Las secuencias cómicas son absurdamente divertidas, sin resultar cansadas o caer en lo ridículo. Aunque la premisa es bastante irrisoria, el carisma de los actores envuelve al espectador. La película gana además algunos puntos adicionales al abordar, aunque superficialmente, temas como el uso de la inteligencia artificial como recurso para la desinformación, así como las pseudoterapias, que son tan populares en internet hoy en día.
Mis principales críticas negativas se dirigen hacia la selección musical, pues al utilizar únicamente canciones del sello Elefant Records, se pierden oportunidades para incluir temas populares que habrían aportado mayor autenticidad a la película. La canción seleccionada como tema principal no encaja; resulta insípida y no conecta con el público.
[Spoilers adelante]
Además, el final puede resultar algo insatisfactorio para los más exigentes, ya que la resolución del conflicto se percibe bastante repentina considerando el desarrollo que se había estado cocinando a lo largo de la trama. Terminar la película de esta forma deja más preguntas que respuestas.
[Fin de los spoilers]
En general, es una película sencilla y familiar que entretiene gracias al carisma de sus personajes y que, a pesar de su terrible difusión, posee un encanto peculiar y atractivo. Si el cine mexicano continúa ofreciendo sorpresas como esta, estaré encantado de regresar a la sala de cine.
Escrito por: Tío Lalo