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El grotesco espejo de nuestra obsesión

Universo de Cinerama
29 de noviembre de 2024

Sin ánimo de entrar tarde a la conversación mediática alrededor de esta cinta, creo que vale la pena hablar de “La Sustancia” como la experiencia cinematográfica del año.

A pesar de la excelente recepción que tuvo en redes sociales, debo admitir que decidí ver “La Sustancia” con bastantes reservas y expectativas bajas. Después de todo, una película cuyo marketing se enfoca en lo asquerosa que es solamente me hacía esperar lo peor, como si el morbo fuera lo único que la cinta tuviera para ofrecer. Además, mi débil estómago seguramente no aguantaría lo gráfico de las escenas que muchos creadores de contenido (pueden ver la video reseña de Universo de Cinerama) catalogan como “incómodas” o incluso “inmirables”.

Una experiencia inesperadamente satisfactoria

Aunque es probable que, si lees esto, ya conozcas la trama, no está de más hacer un repaso para quienes aún no la sepan. La película gira en torno a Elizabeth Sparkle (Demi Moore), una conductora de televisión, que es despedida de su programa para ser reemplazada por alguien más joven. Es entonces cuando, impulsada por su miedo a envejecer y ser olvidada, acepta aplicarse “La Sustancia”, un tratamiento clandestino que promete darle “una mejor versión de sí misma”.

Al más puro estilo de “El Retrato de Dorian Gray”, el conflicto entre Elizabeth y Sue, su versión más joven (interpretada por Margaret Qualley) se vuelve cada vez más intenso. En una sociedad bombardeada constantemente por imágenes de cuerpos esculturales y juveniles, esta búsqueda de una versión ideal de uno mismo, junto con la incomodidad de habitar el propio cuerpo, resuena profundamente en el espectador. Este mensaje resulta especialmente poderoso desde la experiencia femenina, perspectiva desde la cual Coralie Fargeat, la directora, narra la historia.

Sin embargo, la película lleva este deseo de juventud al extremo, planteando dos profundas interrogantes: si tu «yo» más joven te conociera hoy, ¿te amaría? Si pudieras conocer a tu yo más viejo, ¿te gustaría lo que ves? Es así como el enfrentamiento entre Elizabeth y Sue trasciende, convirtiéndose en un viaje emocional, moral y de autoconciencia, hasta llegar a un clímax que oscila entre lo simbólico y lo irónico. Además, la película está enriquecida con una fotografía exquisita que, a través de acercamientos macroscópicos, transforma las experiencias más cotidianas en una oda grotesca y surreal.

Una aclamada metafora

Podría seguir repitiendo lo que otros críticos han señalado: que las actuaciones son magistrales o que la película es gráfica, asquerosa e incómoda (y vaya que lo es). Sin embargo, lo más relevante de esta obra es la conexión que genera desde la experiencia individual de cada espectador.

Por ello, me atrevo a decir que el marketing de esta película reservó lo mejor para la sala de cine: una historia tan monstruosa como humana, que nos invita a amar nuestros cuerpos y a valorar el tiempo que tenemos mientras transitamos por la vida.

Si tienes la oportunidad de ver (o volver a ver) esta película, considera esto una señal para no perdértela. Está disponible en MUVI y aún en algunas salas de cine.

Advertencia: Como se mencionó, esta película contiene escenas gráficas de violencia, sangre y desnudos, lo que podría resultar incómodo para audiencias sensibles. Se recomienda discreción.

Por: Tío Lalo

substance
Sinopsis:

Imagina que un día te despiertas y de repente te encuentras con una extraña sustancia que puede cambiar la realidad… ¡pero en lugar de ponerte a hacer experimentos científicos, te vuelves la protagonista de una peli de terror! Eso es exactamente lo que le pasa a Sarah (Demi Moore), quien se encuentra atrapada en un torbellino de caos, confusión y, por supuesto, ¡tensión psicológica de alto nivel!

USA:
$16.3 MDD
Internacional:
$50.2 MDD
Total:
$66.5 MDD