La sala estaba casi vacía. Era medio día y elegí esa película porque Nicole Kidman nunca me ha decepcionado en sus papeles. Quién diría que estaría viendo la película navideña más hot y sexy después de Carol. En la sala éramos 95% mujeres y se escuchaban las risitas nerviosas cada que veíamos a Nicole obedecer lo que le pedían que hiciera.
Por mucho tiempo se nos ha hecho creer a las mujeres que el ser sexy solo debe ser ante la mirada masculina y si nuestros deseos, forma de expresarnos y vernos no es como ellos lo quieren entonces no somos lo suficientemente sexy y atractivas.
Babygirl, viene a mostrar una mirada diferente a lo que deben ser los deseos sexuales de una mujer, que encima de todo es madre y empresaria. Podemos entender de una mejor manera que una mujer no deja de serlo solo porque se convierte en madre y esposa, y su sex appeal puede seguir presente aún con todo ello.
El hablar de sexualidad, aún en estas épocas es un tabú; por lo que esta película es bastante importante, sobre todo porque su público incluso pueden ser señores que desean ver a una Nicole estilo eyes wide shut. ¿Pero, será que entiendan el mensaje o sucederá como con The substance?
Es una línea muy delgada en que ambas películas juegan, ya que aunque el mensaje es claro, por algún motivo (machismo y sexismo), los hombres siguen confundiéndolo.
Sin embargo, aunque vemos una Nicole bastante sexy y provocadora, el punto de la película se hace bastante presente porque también la vemos vulnerable, temerosa de decir lo que desea y sintiéndose “rara” y “diferente”.
El puritanismo se ha vuelto presente estos días pero Babygirl nos vuelve a recordar que las mujeres sentimos, deseamos e imaginamos diversas cosas y no por ello nos va a volver menos sexy, inteligentes o normales.
Desde una mirada femenina, esta película nos enseña que la clave de disfrutar de la sexualidad es comunicar y saber que por más que nuestros deseos no sean como nos lo han enseñado, no significa que estén mal. Esto sin dejar de lado el toque navideño, haciendo que se pueda compartir con la familia, si amamos los momentos incómodos y el aprender cosas nuevas: como el ser sexy y hablar de nuestras necesidades físicas (*inserte risa nerviosa*).
Un papel bastante atrevido de Nicole y como siempre, nada decepcionante. Vale la pena darse la vuelta en el cine, si o si.
